Gustavo Barrera

Gustavo Barrera Calderón 
(Santiago, 1975) es Licenciado en Arquitectura por la Universidad Católica de Chile. Formó parte del taller de la Fundación Pablo Neruda en 1996 y al año siguiente obtuvo la única mención honrosa de los Juegos Florales Gabriela Mistral, convocados por la Municipalidad de Santiago. 
Ha participado en diversas manifestaciones públicas e intervenciones urbanas que integran música, poesía y puesta en escena. Sus textos han aparecido en revistas, antologías y discos compactos como Poesía Chilena para el siglo XXI, de la DIBAM; Al Tiro: panorama de la nueva poesía chilena, editada por la revista Vox de Buenos Aires; Círculo Infinito, antología editada por Al Margen en 2002; Ahora, también editada por Al Margen en 2004 y Cantares, antología de poesía joven chilena, compilada por Raúl Zurita para Lom. 
A principios de 2004 participa en el Disco Oscilación, poesía+electrónica editado por Propuestas Alternativas y Al Margen Editores, junto al músico Francisco Allendes con su trabajo Máquina de sorpresas. También integra el volumen 7 de la antología de voz Poetas Chile siglo XXI del sello Leutún, colección Rayentrú, aparecida recientemente. 
Algunos de sus poemas han sido traducidos al inglés para la revista independiente Rattapallax, editada en Nueva York en 2004. Exquisite es el título de su primer libro de poesía, publicado en 2001. También obtuvo la beca de creación literaria otorgada por el Ministerio de Educación de Chile en 2002 para escritores noveles y en 2006 para escritores profesionales. En noviembre de 2002 el sello El Mercurio-Aguilar publicó Adornos en el espacio vacío, obra que recibió el Premio Revista de Libros 2002, del diario El Mercurio.

Menciona a:

Alejandra Fritz
Alfonso Grez
Germán Carrasco
Marcelo Guajardo
Víctor López
Christian Aedo

Poética:


Yo que soy una psíquica vieja y ermitaña veo a través de sus ojos

He visto color
Me doy cuenta
veo un manto de vida parda sobre los árboles
estímulo de cuero, pelos y poros afilados
nada de eso les diré a ustedes porque nada entenderían

Yo que soy una psíquica vieja y desolada entiendo ciertas cosas
aunque todas las entiendo a mi manera antigua, cíclicas
primero las siento y luego la sensación se vuelve entendimiento
luego sensación, entendimiento y al final mis palabras
cuando las escriba en mi martirio extático de sacerdotisa
no resultarán más que un enigma que nada les dirá a ustedes.


Poesía:


El canal de las estrellas

Al otro lado del mundo o de un espejo
el canal transporta brillos de televisión sobre sus aguas

La experiencia lo demuestra:
el cuerpo desangrado se infla
y se hace más liviano que todo
incluso que el agua

Cuando intento enfocar el cuerpo
descubro que el espacio que éste ocupa
se encuentra completamente vacío
mientras que el espacio inmediatamente contiguo
parece estar abarrotado de miles
de pequeños cuerpos arrastrados por la corriente

Cuando intento atrapar el brillo con los ojos
descubro que este se compone
de millones de pequeñas lentejuelas que siguen brillando

Las cosas de la vida
El objetivo del victimario
no es la muerte
digamos el homicidio
aplausos para el victimario

El fin último de la víctima
es dejar de ser la víctima
y reducir al victimario
digamos maniatarlo

close up de la víctima
(si prefiere, víctima)
(si prefiere, victimario)

El camarógrafo y su arte
Cuando el camarógrafo intenta enfocar a la víctima
descubre que su rostro
ha sido borrado
mientras que el espacio inmediato parece estar dibujado
con el rostro de nuevas víctimas.

Cuando intenta enfocar al asaltante
descubre que su rostro
es idéntico al rostro
de millones de asaltantes
todos iguales en forma y proporción
a la figura arquetípica del asalto
e iguales en forma y proporción
a la distancia entre cada uno de ellos.

El periodista y la relación de los hechos

En el noticiero de las nueve
el periodista dice víctima

(y nadie escucha)

en el noticiero de las nueve
en otra época o en otro mundo
el periodista dice asaltante

(y nadie escucha)

El silencio que precede a las noticias contrasta el antes y el después con el silencio posterior a ellas.

De este modo la entrega noticiosa constituye un espejo áureo e invisible en forma de abanico o de plumas de pavo real.

Cada uno de los argumentos desplegados puede ser percibido como un ojo pintado o como una semilla plástica

En el mundo de las cosas sin nombre
asignamos un nombre a cada cosa
(risas)

De este modo nadie puede confundirse
(aplausos)

De este modo asignamos un interés a cada cosa
(risas)

Cada noticia tiene un nombre que la identifica y relaciona con las demás noticias
(aplausos)

en el noticiero de las nueve
(risas)

Alicia se multiplica

La multiplicidad de momentos de una cosa
es lo que hace que no transparezca su verdadero ser,
y justifica la pregunta de cuáles son sus principios verdaderos.
Xavier Zubiri


Alicia entra en su habitación
se tiende sobre la cama
y observa la vela sobre la mesa de noche
tras la luz de la vela existe una luz más oscura

Bajo la habitación
una segunda Alicia entra en su habitación
se tiende sobre la cama
y observa la vela sobre la mesa de noche
tras la luz de la vela existe una luz más oscura
Bajo la cama una tercera Alicia
observa la vela sobre la mesa de noche
tras la luz de la vela existe una luz más oscura

Dios observa la situación seccionada
desde fuera de la casa
observa simultáneamente todas las habitaciones
idénticas una sobre otra

Detrás de Dios
un segundo Dios observa
a través de la transparencia del primero
los ojos de Alicia
sobre la vela sobre la mesa de noche

el segundo Dios
no cree lo que está viendo
y vuelve su mirada hacia un tercer Dios
ubicado tras de él

El tercer Dios observa
a través de la transparencia del segundo y el primero
los ojos de Alicia
sobre la vela sobre la mesa de noche






 

Así pues, Adorno se formula una pregunta antropológica


Adorno se formula una pregunta antropológica
(y le sudan las manos)
¿Soy hombre o soy máquina?
lamentablemente no existe respuesta a esta pregunta antropológica
hombre o máquina
sólo existe el placer de funcionar

Adorno se formula una segunda pregunta antropológica
(y le sudan las manos)
¿Soy hombre o soy mujer?
lamentablemente no existe respuesta a esta pregunta antropológica
hombre o mujer
en la relación con las máquinas sólo existe ambigüedad

Así pues, Adorno deja atrás la antropología

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